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Musica.

5 de febrero de 2012

GRACIAS POR LA MAGIA


La noche prometía nieve y al bajar del coche
calentamos el cosmos con humo de tabaco mentolado.
Los primeros de la fila siempre. Mirábamos a través
de la verja metálica, como presos en un gueto frío,
encerrados, fuera. Necesitábamos con urgencia vibrar a
ritmo de sitar.
Las puertas se abren por fin, me adentro flotando sobre
la niebla y puedo presumir de ser yo quien ha pisado antes
que nadie la sala rumiante. Un sello rojo en la mano hace
el resto y me obsequia la noche perfecta.
Pido cervecita mexicana con cítrico en el cuello y me sitúo
en primera fila.(No quiero que me acusen de poco apasionada)
LLevo un chaleco a lo Axel Pi, es mi pequeño tributo. Confieso.
Un folio en el suelo desnuda el secreto y bailo a ritmo
de "lesbianos" mientras tanto. El medio maniquí del
escenario me mira desafiante y la maraca me dispara, yo
me sublevo y tiro una foto para vengarme. Falta poco y lo se
porque el humo se manifiesta, el corazón orgasma y aparecen
la elegancia materializada y el talento en forma de cuerpos
delgados y masculinos. Con una chaqueta entallada de rayas se
origina  el mundo y detrás, la historia habla por si sola.
Estalla toda la purpurina del mundo y mi cuerpo se pone en
funcionamiento, la garganta se queja, pero decido no oírla,
es el día de la cita y no puedo ser buena.

Guitarras, bajo y batería aullan, y somos lobos el día de luna llena,
licántropos con sed de acordes jugosos. Flota el hechizo en el aire.

Todo se paraliza  en un momento y a través de la oscuridad un carro
de supermercado pasea al niño de la voz  Lucky Strike  por el local y
los mortales allí congregados miramos como infantes asombrados
el espectáculo.
Luego, la noche deja momentos estupendos como cuando un barbudo
delgadísimo de pupilas románticas baila sobre su batería, como cuando

David convierte en Goliat la cuerda que sujeta  su guitarra hermosa o
como cuando un  sombrero negro que viaja de cabeza en cabeza, otorga
magia a los dedos virtuosos que acarician las cuerdas que escupen sonidos
sexys como Prince.
Soñé con ser alfombra, para recoger la huella de tus rodillas
impresas en el tejido, pero me quedé solo en la púa que tocó
tus dedos. Y me llega. Aunque lamenté no haber sido rubia, de

morros carmín y enfundada en tacones de vértigo, (solo por tiempo
limitado) para poder robarte una charla sobre letras de canciones, 
inspiraciones,  musas, escritores malditos  y cantantes lisérgicos.
Tal vez en un futuro me lo recompenses con una canción. ¿Quién sabe?
Yo estuve con los Rolling españoles anoche y fui feliz e invisible en
mi rinconcito privilegiado. ¿Quién puede decir lo mismo?
Me declaro enamorada del perfume que desprendeis.

Que la complicidad sea eterna.
Gracias por la magia!!!!
SALUD.

2 comentarios:

carlitos dijo...

Me encantó tu relato! un beso

Anónimo dijo...

¡Maravilloso! Si Marc leyera lo que has escrito, se arrepentiría de no haber despegado sus ojos de la niñata y te dedicaría una canción.