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Musica.

16 de diciembre de 2011

DARK SIDE OF THE MOON.

Doblé en la esquina y el viento me gritó con algo de violencia en la cara.
Su grito frío y mojado me mostró su humedad en forma de aliento, y
olía a pino de monte y a gotas de lluvia. Es medio día y el pastor acude
a recoger su rebaño. La carretera recién duchada hace eses y es una
serpiente huyendo del frío. Las fachadas tiritan de soledad y los pájaros
hibernan bajo tierra. Una canción de banda sonora sale a la superficie
y lobos y vampiros se ponen a bailar. Neófitos, licántropos y chupasangres
reconvertidos (y con propósito de enmienda), se pasean ante las distintas
fases de la luna y desatan la locura. Yo las he visto todas y tengo síndrome
de abstinencia. Necesito mas. La cara oculta de la luna es mi refugio y me
toca mover ficha en esta partida, perdida desde su inicio. No soy buena
jugadora, pero sé amar.
Me he asomado a la ventana y flota la misma soledad que ayer...... que
anteayer, que el pasado siglo. Nada ocurre en esta latitud, el tiempo se
quedó inmóvil y paralizado. A veces un aullido nocturno rompe el silencio
e inyecta pulsaciones a este corazón dormido.

14 de diciembre de 2011

BURLAS DE PURPURINA.

Acaricié el cuello de la gata y mi mano se llenó de pelos.
El aire flotante hizo lo siguiente. El vapor se escapa del
termo que nutre mi mates de mañana y dibuja elipses
en la nada, se alegraron a mis ojos ciegos. El olivo joven
se somete a la orden del viento que hoy sopla del oeste,
o del este, no lo se, jamás he sabido situarme en el  globo,
soy inservible en ese menester. No tengo vocación de
brújula.
Ayer me dio por elaborar una lista de canciones que
acompañarán a mis lecturas, porque creo de verdad que
hay músicas para cada momento y en mis mañanas de
lecturas aparecen voces "oruga" que escupen seda y
perfeccionan cada momento.
Leí un poema hace unos minutos  de una escritora de
nombre francés y me emocioné. A veces  encuentro
almas gemelas que expresan lo que yo aún no he escrito
que sienten de idéntica manera y que hablan por mi.
Consonancia, hermandad, exactitud y semejanza que
se encuentran a kilómetros de distancia, tal vez miles
y que hacen que la magia salga a bailar un vals.
La potencia nuclear de los sentimientos expresados
sobre el papel que se toca y que se arruga, es el regalo
en esta mañana otoñal de frío y de vientos inquietos.
Pájaros negros y traviesos, que un día conocí en el
bosque se pasean por los alrededores y emiten los
mismos graznidos que reconozco en los castaños y que
asocio al musgo húmedo y al verde ocre de los robles.
Sonidos que me hacen recordar, que traen olores que
que se quedaron en mi y que morirán conmigo.
El muñeco de nieve lleno de purpurina, me apunta con
su nariz puntiaguda y me juzga desde la altura de la mesa
seguro que se está riendo de mi, pero no me importa, se
encajar sus burlas de plástico; en enero estará metido en
una bolsa de plástico en el desván, y tardará un año entero
en volver a ver la luz, entonces se volverá a reír de mi y ....
la rueda volverá a girar.
Extraño la niñez, tan solo por volver a tener esa percepción
de todo, la navidad ya no es como entonces, las bolas brillan
menos y el árbol ha menguado, mis ojos de niña le veían
gigante entonces. Las personas también empequeñecen y
reciben el título de piojos de posguerra.
El reloj hace foofting y me limita. Limita mis tiempos y mis
dedos sobre el teclado.
A la tarde tengo una cita con Goethe.

13 de diciembre de 2011

TESOROS COMPARTIDOS.

Soneto de La Dulce Queja

Tengo miedo a perder la maravilla

de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla

tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,

si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado

y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

9 de diciembre de 2011

SUS COLAS FUERON EL TIMÓN.

 Unos hilos finos manejan mi existencia 
soy marioneta en unas manos crueles
que castigan mi sonrisa (que ilumina 
días grises y tormentosos), con  un mal 
humor infecto.

Mi voz cantando es mi único flotador
y me mantiene a salvo en medio del
océano, si ella se apaga voy a caer a
las profundidades.


Los peces me verán caer y me guiñarán
un ojo en un gesto de complicidad  y 
seré como un alga desprendida de su 
origen viajando a la deriva entre el yodo
y los corales.


Los hipocampos flanquean mi cuerpo
y con sus pequeñas colas onduladas 
dirigen mi silueta de aceite y miel,
ellos son el timón en este viaje.

La navidad será un duelo este año
aunque las luces titilen en el árbol
no habrá nada real que ofrecer
solo un plato de mantecados 
rancios e ilusiones desgastadas.


Tengo que reciclar mis miserias,
pero el Ayuntamiento no ha puesto
los contenedores adecuados para 
poder hacerlo, cavaré un hoyo en
el fondo de mi casa y enterraré allí
los desperdicios, así, al final obtendré
una vida ecológica y un alma
biodegradable.


Hoy ha venido a verme el viento
y ha renovado la espesura de esta
atmósfera de la que respiro.
Siempre cae lluvia, baila el viento
y sale el sol. Mas allá de eso, nos
corresponde aprender a vivir!