Vivir con la pena como mochila. Cargar con ella sin descanso y aún así, creerme liviana para construirte un mundo saludable. Redimirte del dolor inevitable, del complejo agotador, del hastío constante. Eres demasiado sano para este mundo enfermo. Te escondes tras tus canciones sórdidas, y te escudas en el anonimato. Tu ira sin control, te hace vulnerable, pero ahí estoy yo para ser paracaídas. Te Conformas con poco en un mundo demasiado ambicioso. Cuando el aire está viciado me empeño en filtrar la atmósfera, con la única ambición de proporcionarte un reducto de confort. No tengas miedo. Todos estamos mas perdidos que tu, solo que aprendimos a mentir mucho antes y además con gran maestría. Desconoces tu propia inmensidad. Enciende las luces de tu faro para que algún buque siga tu rumbo y consiga así, llegar a puerto sano y salvo. Déjate ver. Muestra tu mapa cargado de próspera geografía. Sonríe y que del vapor de tu saliva, florezca la felicidad arrebatada. Hazte digno de este mundo de mierda, (y que él sepa apreciar tu presencia también), porque a pesar de ser el mayor caníbal, merece la pena ser devorado.
