ORFANDAD.

Todo pasará.
Este vacío del corazón
esta tuberculosis del alma
esta orfandad de fe
Mi autocrítica que no da fruto
la atención que no mereces
y este estado de perpetua
desorientación.
Detrás de mi
queda música
y nuestros cuerpos que
exploramos con  maestría.
Geografía memorizada
el tacto preciso y placentero.
Mi mejor amigo
mi feroz enemigo
escapo siempre de ti
para volver al fin
cansada y humillada a
tus brazos, que son ramas
desnudas y oblicuas
rígidas de desengaños
cargadas de savia orgasmada.
Deberían castigarme por
díscola y me desnudaría para
recibir los azotes, obediente
sumisa y arrodillada
El continuo ir y venir
el mantra eterno del quiero
lo que no tengo y la certeza
de un inminente fracaso.
Necesito que pase el tiempo y te
aleje, desdibujado y tenue
desteñirte al fin de mi memoria.
Que el viento sea el vestigio de
un jamás premonitorio e inteligente
Todo pasará
Y probablemente nunca vuelvas a
encontrar una rendija abierta para
colarte en el tablero de este juego
que nunca llegó a ser divertido...

TRATADO CONTRA LA HUMANIDAD.

Me perdí.
Estoy en un estadio radical de desinterés
contra el género humano, sumida en un retiro
voluntario del que no me apetece salir.
Ahí fuera hay jaurías enloquecidas
venenos corrosivos que atentan contra
el origen de todo, ese del que jamás debimos
distanciarnos y que nos recuerda  que en la
libertad que nos dieron está el pecado del
derroche y la consecuencia del suicidio.
Me perdí
en el desinterés y la conveniencia
entre "la nada" y "el todo"
donde siempre queda atrapado "el algo"
que es mitad y donde encuentro sinónimos
de bienestar.
Me perdí
Iré dejando miguitas de pan en el suelo
por si alguien quiere seguirme el rastro
y enseñarme el camino de regreso a casa.