Tengo un muñeco de nieve en el alma
Cuando no sale el sol, intacto, luce blanco
cuando la tibieza emerge, se hace agua
y da de beber a cien pájaros azules.
cuando la tibieza emerge, se hace agua
y da de beber a cien pájaros azules.
Tengo el mar en el alma, a veces bravo
alza olas grandes que rompen contra tu
piel, que es el mapa de la paciencia y
otras en calma, la calma que nace tras
una noche de asfixiante sexo y orgasmos.
Tengo nidos en el pelo, melena oscura
que es morada de los que surcan el cielo,
cobijo de mariposas y música para la
danza de siluetas de humo que pronto
se marchan y me dejan sus sueños
atados a mis muñecas con lazos de seda.
Tengo olor a mandarina en las manos
tengo los ojos hechos de papel fino que
incendio cuando estoy traviesa y que
apago cuando el agua de mis ojos, brota
como los manantiales en primavera.
Tengo ideas incendiarias, poco oportunas
para ser mujer, tengo mil romances de polvo
e historias de amor que nacen sin rebuscar
y una nuca escondida que siempre espera
paciente a que la acaricien y la besen.
Tengo grillos que me cantan, tengo una mente
que me traiciona, tengo ciudades en los pies,
palabras que me salvan y canciones que me
hilvanan a la vida a través de finas puntadas.
Tengo un cuerpo pequeño, que siente como un
gigante, tengo redes en los oídos para atrapar
tus palabras y no dejarlas escapar, tengo sueños
tejedores y verdes plantas en una bicicleta de
hierro antigua.
Tengo cuadros, fotos, libros y frambuesas en la
boca, tengo tarta de manzana recién horneada,
frutas frescas perfuman mi hogar y ángeles dorados
presiden la entada, tengo vino y si hay vino y tengo
tu compañía lo tengo todo.
boca, tengo tarta de manzana recién horneada,
frutas frescas perfuman mi hogar y ángeles dorados
presiden la entada, tengo vino y si hay vino y tengo
tu compañía lo tengo todo.
Patricia.