Estuve sumergida
perdida
escondida
escondida
Protegiéndome con escudo de sal de los golpes bajos. Deambulando en días grises y lluviosos.
Todo se volvió miedo y desesperanza. El lobo atacó sin piedad y a mordiscos se
llevó mi sonrisa de norte a sur. Entonces quise volar alto, ser un pájaro azul y dejar
atrás la mochila llena de piedras que me empujaba al fondo. Lloré mis sueños y
grité en blanco y negro, Maldije sin odio y pregunté al dios de mi infancia
porqué me dejaba desnuda en este mundo cruel al que tanto amo y me contestó en
sueños, que para compensar el amor que algunas almas me profesaban. Entendí
entonces que todo sucede por algo, el karma que es mandala y purifica, que era mi momento de redención, mi
renacimiento, mi resurrección.... una lección de humildad absoluta. Y comprobé que desde el fondo azul del mar, mi mirada
conseguía ver en el otro extremo, el cielo oceánico, y que las nubes me escribían mensajes precisos en clave de sol.
Algunas miradas me salvaron y brazos largos como autopistas me despertaron.
Y aquí estoy, correspondiendo a tanto amor.
A pesar de los tropiezos,
vuelvo al trote y es gracias a vosotros. Sabéis quienes sois. Y jamas podré
pagar tanta fidelidad.
Sois mi salvoconducto.
Amor es mi pago.
Gracias!
Amor es mi pago.
Gracias!