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Musica.

27 de enero de 2012

ESTOY BRILLANDO.

Huele a flores por toda la casa,
los niños duermen y aún lloro
desde ayer. El corazón me crece
por momentos y siento una calma
inquietante. Ato mis muñecas al
cielo y una voz muy grave me
acompaña hace ya casi un mes.
Sigo las ondulaciones de la
carretera cada mañana, en un
intento de recuperar la
normalidad, la gente se sigue
aferrando a la apatía como un
modo de supervivencia,  y yo
resisto desde mi trinchera
de rosas y sonrisas vírgenes.
Necesito una primavera de lluvias
y canallas que me canten al oído
para siempre.
Todo lo que requiero se va en la
dirección opuesta y tal vez sea el
momento de reconocer mis malas
elecciones, pero voy a brindar antes.
Soy aficionada a la libertad y a sus
tesoros, por eso fuí pirata.
Una vez fuí colilla entre tus labios, el
calcetín que cubrió tus dedos y la niña
mas obediente.  No me llegan los días
de la vida para explicar la felicidad
que me acontece en segundos, entonces
lloro y nace el abecedario.
Estoy brillando como una estrella,
reclamando un poco de atención, y me
contestan con indiferencia.  Han sido años

de pan y circo y creo que es posible otra
reacción, un Big Bang que nos sople
las cenizas y nos haga efervescer.
Dormidos desde hace siglos, que suene
el despertador de madrugada y nos
despegue los párpados herrumbrientos.


19 de enero de 2012

LA HUELLA DE TUS LABIOS EN LA TAZA DE CAFÉ.

El, sueña entre lobos que muerden sus tobillos.
No entienden su fibra sutil y perfumada. Cuando
abre la boca su aliento es el aroma blanco del
mundo y su voz  el oxígeno de los mortales. Le
taladra el pecho tanto amor y se ha atrevido a sentir,
sin red que amortigue la caída. Su delgadez adorna
las calles dormidas y yo me pierdo entre tanta
elegancia. No hay nada mas bonito que sus labios
impresos en la taza de café, ni sus dedos anudando
el cordón de sus botas. Su mirada se pierde en el
puerto, como la estela que dejan los aviones en el
cielo limpio. Los ojos que creen haberlo visto todo

se emocionan con nuevos tesoros que brotan de
la tierra, el banjo en tus manos es como la poesía
de Hernández en invierno. Duele tanto corazón. Puedo
tocar la magia que flota en las Ramblas
desde aquí y
estoy apartada, recluida en el castillo, esperando
lanzar mi trenza por la ventana, para que el valiente
venga a salvarme. La niebla me envuelve y me lleva de
viaje por la estrella dibujada en tu ojo izquierdo.
Una cajita de lata desgastada es nuestro mundo y los
hilos callejeros nuestro secreto. Un atrapasueños
gigante filtra las pesadillas y brota la fe de esmeralda.
Las eses que raspan tus dientes, son delfines jugando
en el mar, y como una niña me quedo mirando el
espectáculo. Voto por un viernes eterno, y por vino
a granel, por sueños absurdos y por tu existencia
viajera. Sigue soñando pequeño, que algún día los
lobos se cansarán de mordisquear y en cambio tu

perfume será eterno.

12 de enero de 2012

AMOR CON SABOR A PSICODELIA.

Hubo una delgada linea que traspasar
y un trozo de terciopelo que revolcar.
Sueño la noche perfecta, entre violas
algo de alcohol, tabaco y miradas.
La voz se hace eco y mis oídos muros
de cartón. Canto tus canciones y miro
con entusiasmo la luna llena en la
noche en que los aullidos y los fluidos
salieron a pasear.
El mayordomo me trae el correo mientras
mis dedos se ponen juguetones.
El carnaval casi es navidad hoy, lo
absurdo se sube al autobús y viaja de
manera gratuita y obscena por la ciudad.
Tragedia, confusión y sudores en la bola
suspendida, el mundo es la bola plateada
de las discotecas, brilla y gira hasta
marear.
Una flor de hielo me ofreciste y la cogí
sin dudar, el cielo se abre y pasa la luz
a la cueva del desencuentro.
Me tumbo a hibernar en tu barba poblada
y sueño con barcos que surcan el cielo y
con campos de amapolas que hacen flotar.
El lazo de seda se desliza entre mis piernas
y deja al descubierto el secreto de mis dunas
de abril.
Enero me deja desnuda y desvalida, pobre
como un árbol en invierno, vacía como un
vaso sin crema de wisky.
Ven y despliega tus alas, mirarme y consuela
este frío que me brota del hueso, Sálvame
de este letargo y escribeme una canción.