Finos hilos de lino
tu mano en el pelo
gel perfumado y suavizante
Sangre en tus dedos.
La inocencia te desarmó
y devino la locura
El poder hecho nada
entre tus brazos,
degradado entre
las palabras.
Tus besos son refugio,
donde está prohibido
el tacto donde solo
habla la pasión con
mirada gris, donde
el amor se camufla en
la coraza del dolor.
Vamos! a quién hay
que engañar?
tienes miedo a no
poder controlar a
la fiera que te asoma
por el pecho, por eso
recurres al látigo y
al cuero, al rojo y al
satén, al dosel y a las
esposas.
Déjate llevar, que fluya
el arroyo que se abre entre
vosotros, déjate sentir...
Tiene que pasar
Lo estamos esperando.
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