Sosiego. Es todo lo que me queda después de unos ojos verdes y de
un cuerpo que ejerce como escudo. La literatura como nexo de unión
universal y excusa en una noche de final de verano. La música que
es la base de mi vida y la savia que nutre mis entrañas. La felicidad
de converger en una dialogo brevísimo pero intenso. AMOR, el tema
siempre es el amor. Unas playeras posadas sobre mi malla por accidente
y la consiguiente disculpa, mientras yo rezo por que el polvo que hay en
la suela habite allí eternamente. Miradas muy carnales que mis ojos
captan al vuelo y el deseo contenido por obligación o por conveniencia.
Si la gente se desvaneciera por momentos? el pecado!
El miedo al recuerdo equivocado, a no haber estado a la altura, a el
desvanecimiento de los sueños. El temor a la madurez y la rabia de no
poder ser Gomorra. Sin embargo Sodoma fue todo protagonismo y su
cónsul embajador bajo las estrellas y las celulas de mi piel.
Baco y su elixir, Seix Barral y tabaco mentolado prostituido que pasa de
de mano en mano.. La cortesía camuflada y el cansancio de un cuerpo
maltrecho y deshidratado.
Eternamente perdida e inadaptada, busco y busco sin piedad todas las
respuestas que ni el mundo ni mi cuerpo pueden ofrecerme.
Mientras tanto el sonido incesante de las agujas del reloj acompaña a esta
noche de viento y truenos. Y allí al noreste, tus ojos de ser único buscan a Bowie
en cualquier esquina, mientras el Bowie que yo busco habita en tus pupilas....
No hay comentarios:
Publicar un comentario