a la que no has sabido dar un mar.
Hay un Klimt en el suelo del salón
y no encuentras paredes para
colgarlo.
Una pompa de jabón se ha escapado de
la esponja y vuela por el aire y mis
ojos de recién nacida la siguen hasta
su extinción.
El libro que empecé el jueves me gusta
y solo pienso en un buen tinto y en ese
momento, que solo es mio, para continuar
la historia de ese ángel, que es gorda,
india y tiene las piernas varicosas.
Vuelven los días grises, los que me
arrancan las palabras desde las tripas
Y el mundo sigue portándose mal,
poniéndome así las cosas muy fácil.
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