Mira su boca de marfil y sueña sus labios durante cien días en
carreteras secundarias que conducen a un desierto gélido y
cristalino.
La desnudez de sus ojos despierta el pudor de su alma y juntos
recorren las curvas de los huesos blandos que forman su esqueleto
endeble y tembloroso. Un cielo púrpura les regala una ráfaga vertical
de colores punzantes, que atraviesa sus ojos hasta dejarles ciegos,
pero aún sin vista, sus manos me cuentan que la lluvia no moja cuando
la húmeda respiración extingue mezquinamente el aliento.
Una soledad vertiginosa envuelve el mundo hoy y como en el orgasmo,
los músculos se contraen hasta el dolor. Un gemido universal llega
desde quien sabe donde y adormece el canto de los pájaros, pero el
silencio dura unos pocos segundos, hasta que una libélula vuelve a dar
sonido y forma a la vida con su alas frágiles y excitadas.
La vida tiene un extraño sabor a vidrio a veces y la lluvia vuelve a
sorprenderme sin paraguas.
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6 de junio de 2011
2 de junio de 2011
ESCALERA DE CARACOL.
Atrincherada en un rincón, esperando el momento oportuno para dar el salto a la vida, quiero no estar ausente ni perderme nada.
Nací para experimentar sensaciones. Mi piel es toda una esponja y el dinero solo es vulgaridad, cuando por la tarde el sol se despide.
De repente desperté y no me gustó lo que vi, me estaba dejando vencer como las ramas de los árboles sucumben al fuerte viento de otoño y un aullido interno me empujó violentamente hacia la salida que me sacaría del túnel gris que me estaba robando la sonrisa, mi sonrisa que me viste cuando estoy desnuda y asustada. Soy un hotel con treinta y tres habitaciones viejas y grises en Cuba, pero que todo el mundo alquila por temporadas, atraídos por su encanto. En mi hotelito siempre hay flores azules en la mesa y buen vino tinto al lado de la tina de baño. Estoy leyendo tus huellas y cada vez hay mas poesía en ellas. Estoy disfrutando de esta soledad, que cada día es mas bonita. Ya hay óxido en las articulaciones pero me gusta que así sea, un poco de suciedad nunca está de mas. Soy distinta porque tengo
diez años mas y ser diez años mas vieja me encanta! he aprendido a apreciar una buena copa de vino y voy conociendo a los mejores poetas de la historia, la madera huele mejor si está mojada y eso lo he aprendido cumpliendo años.
Me está creciendo una escalera de caracol en la melena y espero que conduzca al cielo.
Nací para experimentar sensaciones. Mi piel es toda una esponja y el dinero solo es vulgaridad, cuando por la tarde el sol se despide.
De repente desperté y no me gustó lo que vi, me estaba dejando vencer como las ramas de los árboles sucumben al fuerte viento de otoño y un aullido interno me empujó violentamente hacia la salida que me sacaría del túnel gris que me estaba robando la sonrisa, mi sonrisa que me viste cuando estoy desnuda y asustada. Soy un hotel con treinta y tres habitaciones viejas y grises en Cuba, pero que todo el mundo alquila por temporadas, atraídos por su encanto. En mi hotelito siempre hay flores azules en la mesa y buen vino tinto al lado de la tina de baño. Estoy leyendo tus huellas y cada vez hay mas poesía en ellas. Estoy disfrutando de esta soledad, que cada día es mas bonita. Ya hay óxido en las articulaciones pero me gusta que así sea, un poco de suciedad nunca está de mas. Soy distinta porque tengo
diez años mas y ser diez años mas vieja me encanta! he aprendido a apreciar una buena copa de vino y voy conociendo a los mejores poetas de la historia, la madera huele mejor si está mojada y eso lo he aprendido cumpliendo años.
Me está creciendo una escalera de caracol en la melena y espero que conduzca al cielo.
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