Sigo tu rastro sin descanso, y tus alas no me elevan hacia un lugar donde esté a salvo de esta obsesión.
Aún pienso en tus dedos rozando mi mano izquierda, y me quedo sin aliento
Leíste mis labios rojos, en medio de la oscuridad con el abrumador ruido de fondo, y te vi alejarte para satisfacer mi petición
Pongo esa canción en un loop perpetuo, e imagino que tú también la escuchas en simultáneo .
Me permito soñar siete minutos al día, porque el resto del tiempo, la cobardía y la rutina me devoran la vida.
Los lunes desapareces, y me dejas huérfana de ti.
Me buscas en el espacio tiempo, pero nuestra linea temporal, es jodidamente atemporal.
Hemos creado un lenguaje amable e ineficaz, que nos consuela de manera miserable.
Quisiera que olvides las formas y seas un kamikaze, que viene directo hacia mí.
Ojalá en la calle, camines los cinco putos metros que siempre nos separan y me abraces fuerte, mientras un susurro turbio al oído, me cuente que me buscas en cada esquina
No existe medicina para esta dolencia, ni cirugía que extirpe este deseo primitivo.
Y aquí estoy, a la una y cuarenta y siete de la madrugada, escribiendo lo que no puedo verbalizar.
Fuera, la lluvia moja el mundo con su terciopelo húmedo, mientras todos están sumidos en un episodio narcótico perpetuo.
Conquistaremos al menos un amanecer, y veremos asomar el sol mientras nos devoramos.
Y si finalmente la fortuna no está de nuestro lado, tiraré de recuerdos como combustible, para conquistar un nuevo día.
Seguimos siendo una historia incompleta, pero estamos a segundos de hacer nacer una galaxia.
Sopla fuerte, el universo nos regala su polvo cósmico para conseguirlo...